La innovación en odontología es constante. Tanto las técnicas como los materiales han mejorado notablemente con el objetivo de darle al paciente una mejora sustancial en los cuidados orales.
En los últimos años, las mejoras en las técnicas de diagnostico/ tratamiento, nos ha dado la posibilidad de realizar tratamientos poco invasivos y menos estresantes para los pacientes.
Por su parte, la industria nos da constantemente mejoras e innovaciones en materiales odontológicos. No solo en la durabilidad y estética de los productos, sino en la “bio-compatibilidad”. Uno de los últimos avances son los “implantes cerámicos o de zirconia”.
Durante los últimos años, se han visto numerosos casos de complicaciones con implantes metálicos de titanio, e investigaciones demuestran la posible asociación de éstas con la corrosión del metal en el cuerpo. En algunos pacientes esta asociación es imperceptible, pero en otros, puede ser manifiesta a nivel local o sistémico. Los implantes cerámicos mejoran, no solamente la estética, sino la bio-compatibilidad, dado que es un material que no se corroe.
Otras cualidades son
- Más natural: mejor bio-integración al hueso y a las encías.
- Más saludable: la cerámica no se corroe en el cuerpo como los metales.
- Más estética: color marfil, sin sombras oscuras por metales.
- Más resistente: la zirconia es mucho más fuerte que el titanio